Los cuentos de William Somerset Maugham reúnen las principales virtu¬des del que fue, a principios del siglo xx, uno de los dramaturgos y novelistas más reputados del Reino Unido. En ellos se encuentran las finas dotes de observa¬ción psicológica por las que lo ensal¬zó la crítica, un estilo limpio y mordaz como lúcido cronista tanto de la vida mundana como de la esfera literaria, y una sobresaliente capacidad para sinte¬tizar los dilemas a los que se enfrentan sus personajes.
En El impulso creativo y otros cuen¬tos se recopilan doce relatos en los que Maugham explora la complejidad de la condición humana: la pugna entre lo que uno es y lo que desea ser, la sutil línea que separa la realidad del sueño, pero sobre todo el embaucador poder de las apariencias y los oscuros impulsos que esconden las acciones del ser humano. Estos temas, de naturaleza atemporal, cristalizan en una prosa con resonan¬cias de Maupassant. El lector profundi¬zará en perspicaces retratos de perso¬najes y en situaciones construidas en torno a una idea de estilo y composición clara: crear pequeñas piezas centradas en una sola trama, cuyo objetivo es el de ofrecer una estampa dramática cerrada. Atalanta sigue, tras la publicación de Lluvia y otros cuentos, con el necesario rescate de la narrativa breve de un autor clave de la literatura europea.
William Somerset Maugham (1874- 1965), hijo de diplomático, vivió siempre cerca de las altas esferas de poder y literarias, en París antes de la Prime¬ra Guerra Mundial y en Londres poste¬riormente, como estudiante de medi¬cina. A pesar de haberse iniciado en la escritura a los quince años, su carrera parecía dirigirse al ejercicio de la profe¬sión de médico. Sin embargo, el repen¬tino éxito de Liza of Lambeth (1897), su primera novela, le permitió entregarse por completo al oficio de escritor. Tras la Gran Guerra, vivió en ciudades cul¬turalmente muy activas, como Nueva York, Londres o París, y consolidó su carrera como novelista y dramaturgo de fama internacional. En 1928 se estable¬ció definitivamente en La Riviera france-sa, escenario de muchas de sus obras. Desde allí emprendía largos viajes a regiones de América o Asia, que tam¬bién fueron escenario recurrente en su amplia producción artística, compues¬ta por veintiuna novelas, veinticuatro obras teatrales y varios ensayos, bio¬grafías y libros de viajes, así como cerca de cien relatos.